Me gustas tanto porque cuando sonríes, veo esos dientes que forman la mejor sonrisa que he visto.
Me gustas tanto que ya no sé si reír o llorar, si callar o gritar.
Me gustas tanto que no te extraño, que no te pienso, que no me haces falta, que no te sueño, que no te necesito, que miento.
Me gustas tanto que cada mañana, justo antes de abrir los ojos, pienso en ti.
Me gustas tanto que odio la idea de que un día te vayas, me gustas tanto que no te quiero para un ratito, me gustas tanto que te quiero para toda la vida, para siempre.
Me gustas tanto que ya no sé si está bien o está mal.



Sin desmemoriados

Sin desmemoriados

Recuerda que siempre podrás volver a este sitio.
Gracias por leer mi entrada.