A veces en esta
cotidianidad, algo de pronto te trae a mi mente y, sin esperarlo, los ojos se tornan cristalinos. ¿De tristeza o de nostalgia? ¿Acaso te extraño? La
respuesta es no. No hace falta nada de ti en ninguna parte de mí, ni te echo de
menos. Esto es solo la respuesta automática ante tu recuerdo… y tú, querido,
olvidaste ponerlo en “off”.
Sin desmemoriados
Sin desmemoriados
Recuerda que siempre podrás volver a este sitio.
Gracias por leer mi entrada.