Cuando tenia alrededor de 4 años, recuerdo haber visto por primera vez una hoja de afeitar, la puse en mi mano y la aprete, como si nada, abri mi mano y de pronto vi toda la sangre caer, ni siquiera recuerdo dolor, solo que llore mucho. Hasta el dia de hoy, no puedo ni siquiera ver alguna de esas gillettes, porque siento que saldre lastimada como aquella vez. No encuentro mejor metafora para describir el desamor.

5 comentarios:

  1. Leer esto a sido como un puñetazo en toda la boca del estómago. Aún estoy intentando respirar con normalidad. Maldito amor y malditas cuchillas, siempre tan cerca...

    ResponderEliminar
  2. Me encanta como has comparado el desamor con la cuchilla!
    Nunca lo había pensado de esa forma! *.*

    Un beso! ;)
    http://myworldlai.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  3. Yo estoy empezando a utilizarlas demasiado, y realmente es una buena metáfora... yo soy de esas personas que siempre caen en lo mismo tal vez por eso siempre termino manchada. Me alegro de que mantengan las hojas afiladas bien lejos de ti, cuando más mejor ya que compensan tranquilidad con soledad y no es un cambio justo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Me dejaste sin palabras

    ResponderEliminar
  5. Me he quedado perpleja. Muy bueno!

    Un abrazo!
    http://thediaryofbritt.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar

Recuerda que siempre podrás volver a este sitio.
Gracias por leer mi entrada.