Eres tú, empezamos aquí.
Estamos de nuevo viendo cuanto podemos recoger de nuestras vidas, si es que algo queda.
Estamos esperando a que el amor nos llegue aunque ya no podamos amar.
Y es que luego de toda una vida amando a un mismo ser humano, parece imposible poder abrirle el corazón a otro y dejarlo pasar; me parece imposible porque no hay espacio ya.
Cuantas veces me dijiste que todo pasaría, que lo nuestro era más fuerte pero no, el fuerte no era nuestro amor… eras tú queriendo retenerme por tus miedos.
Ahora, sin marcha atrás, te digo adiós. Espero que nuestros corazones se regeneren pronto para que alguien vuelva a entrar. Espero que nuestras miradas no se vuelvan a encontrar porque el corazón se me puede derrumbar con esa persona dentro.
Ahora, sin marcha atrás, me encuentro sonriéndole a todos porque sé que en algún momento, todos me sonreirán a mí. Me encuentro sin dudas, sin remordimientos, sin culpas y sin dolor.
Ahora, sin marcha atrás, te dejo libre para que puedas volar (no tan pronto, imagino que tus alas siguen rotas, como las mias).


1 comentario:

  1. Primero vaciar olvidando. Más tarde sentir el vacío pleno. Por último, llenar el hueco. Lo demás serán superposiciones que siempre terminan por despegarse, al mínimo desliz. Besos.

    ResponderEliminar

Recuerda que siempre podrás volver a este sitio.
Gracias por leer mi entrada.